Cruz Roja refugiados. Un importante número de voluntarios y profesionales continúan atendiendo en València a las 444 personas que se encuentran alojadas en el albergue de Cheste, 402 hombres y 42 mujeres que comienzan a «normalizar» sus vidas, tras una experiencia difícil de interiorizar para cualquier ciudadano europeo.

El ruido mediático generado por esta situación de atención de Cruz Roja refugiados, habitual en nuestras costas en los últimos años, comienza a desaparecer, los focos buscan otros objetivos y otras historias, y poco a poco, la rutina informativa cubre con su manto, la realidad de una actuación silenciosa y modélica, la de Cruz roja y sus cientos de voluntarios, esos que continúan organizándose en tres turnos durante todos los días, para atender las necesidades de personas que han tenido la suerte de tener sobre su desgracia, el foco mediático ese que es capaz de convertir en heroes o en villanos  a sus protagonistas. La actuación del pasado fin de semana trae algo bueno para la suerte de estas personas, la capacidad de generar sobre ellos, oportunidades que otros, por desgracia no han llegado a alcanzar.

Hoy, en València la actuación de, Cruz Roja  con los refugiados , ha puesto sobre la mesa, la solidez de sus principios fundamentales, esos que le han hecho ser, la marca más reconocida del mundo; de manera silenciosa, de forma anónima, solidaria y altruista, algo que no sólo se produce en València durante estos días de atención, sino que se reproduce en cada ciudad de nuestro país, en cada pueblo donde se atiende a personas necesitadas, que no cuentan con ese ruido mediático y que jamás ocuparán portadas en los medios de comunicación.